La gestión pública es una disciplina que se enfoca en el funcionamiento eficiente y eficaz de las agencias gubernamentales y las instituciones públicas. Abarca una amplia gama de actividades, incluida la planificación, organización, dirección y control de los recursos públicos para lograr los objetivos del gobierno. Hay varios principios fundamentales que guían la gestión pública. Estos principios son fundamentales para garantizar que la gestión pública sea eficaz y responda a las necesidades de los ciudadanos.
Legalidad
El principio de legalidad es uno de los más importantes en la gestión pública. Esto significa que todas las acciones y decisiones que tomen los administradores públicos deben estar de acuerdo con la ley. El principio de legalidad garantiza que los derechos y libertades de los ciudadanos estén protegidos y que el poder del gobierno se ejerza de manera justa y transparente.
Impersonalidad
Otro principio fundamental es la impersonalidad. Esto significa que los gestores públicos deben tratar a todos los ciudadanos por igual, sin favorecer ni discriminar a ninguna persona o grupo. La impersonalidad garantiza que todos los ciudadanos tengan igual acceso a los servicios públicos y que sus necesidades se satisfagan de manera justa y equitativa.
Moralidad
El principio de moralidad es otro aspecto crucial de la gestión pública. Esto significa que los directivos públicos deben actuar con integridad y honestidad en todas sus actuaciones y decisiones. La moralidad asegura que el poder público se ejerza de manera ética y responsable, y que se mantenga la confianza de los ciudadanos en el gobierno.
Publicidad
La publicidad es un principio fundamental que garantiza la transparencia en la gestión pública. Esto significa que todas las acciones y decisiones que tomen los administradores públicos deben hacerse de manera abierta y transparente, y que los ciudadanos tienen derecho a acceder a la información sobre el funcionamiento del gobierno.
Eficiencia
Finalmente, la eficiencia es un principio clave que guía la gestión pública. Esto significa que los administradores públicos deben esforzarse por utilizar los recursos públicos de la manera más eficaz y eficiente posible para lograr los objetivos del gobierno y satisfacer las necesidades de los ciudadanos.
En resumen, los principios fundamentales de la gestión pública son esenciales para garantizar que el gobierno funcione con eficacia y eficiencia, y que se satisfagan los derechos y necesidades de los ciudadanos. Al adherirse a estos principios, los administradores públicos pueden ayudar a mejorar la calidad de los servicios públicos y la confianza de los ciudadanos en el gobierno.