5.3. Tipos de depresión: depresión por trastorno afectivo
La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, falta de interés y una variedad de síntomas físicos. Existen varios tipos de depresión, cada uno con sus propias características y síntomas. En este capítulo, nos centraremos en la depresión del trastorno afectivo, uno de los tipos más comunes de depresión.
¿Qué es la depresión por trastorno afectivo?
Trastorno afectivo La depresión, también conocida como trastorno depresivo mayor, es un tipo de depresión que implica síntomas como tristeza persistente, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultades concentración y pensamientos de muerte o suicidio.
Este tipo de depresión se llama "afectiva" porque afecta el estado de ánimo, los sentimientos y las emociones de una persona. No es una forma pasajera de tristeza ni un signo de debilidad personal. Es una enfermedad grave que requiere atención y tratamiento médico profesional.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión por trastorno afectivo?
Los síntomas del trastorno afectivo y la depresión pueden variar de persona a persona, pero generalmente incluyen:
- Sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza que persisten la mayor parte del día, casi todos los días
- Pérdida de interés o placer en todas o casi todas las actividades
- Cambios significativos en el peso o el apetito
- Insomnio o hipersomnio
- Inquietud o lentitud física
- Fatiga o pérdida de energía
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva
- Dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
Para ser diagnosticado con trastorno afectivo depresivo, una persona debe haber experimentado algunos de estos síntomas durante un período de al menos dos semanas.
¿Cuáles son las causas de la depresión por trastorno afectivo?
Se desconoce la causa exacta del trastorno afectivo, pero se cree que es una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.
Por ejemplo, algunas personas pueden estar genéticamente predispuestas a desarrollar depresión debido a antecedentes familiares. Otros pueden experimentar acontecimientos vitales traumáticos o estresantes, como la pérdida de un ser querido, un divorcio o el diagnóstico de una enfermedad grave, que pueden desencadenar depresión. Además, los desequilibrios químicos en el cerebro también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la depresión.
¿Cómo es el tratamiento de la depresión por trastorno afectivo?
El tratamiento para la depresión por trastorno afectivo suele implicar una combinación de medicación, psicoterapia, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, tratamientos más avanzados como la terapia electroconvulsiva o la estimulación magnética transcraneal.
Los medicamentos antidepresivos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la depresión ajustando los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro. La psicoterapia, o terapia de conversación, puede ayudar a las personas a comprender y controlar sus pensamientos y comportamientos negativos.
Los cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, comer sano, dormir lo suficiente y reducir el consumo de alcohol y cafeína, también pueden desempeñar un papel importante en el control de los síntomas de la depresión.
En casos graves o resistentes al tratamiento, se puede considerar la terapia electroconvulsiva o la estimulación magnética transcraneal. Estos tratamientos utilizan electricidad o campos magnéticos para estimular determinadas áreas del cerebro, con el objetivo de aliviar los síntomas de la depresión.
Es importante recordar que recuperarse de la depresión lleva tiempo y que cada persona es única. Por lo tanto, lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Es fundamental trabajar con un profesional de la salud mental para encontrar el tratamiento más eficaz para usted.
