El sistema de encendido es responsable de proporcionar la chispa eléctrica que quema la mezcla de aire y combustible dentro del motor. Este proceso es fundamental para el funcionamiento del motor de un coche, ya que sin encendido no habría explosión necesaria para mover el pistón.
El sistema de encendido se compone de varias partes, como la bobina de encendido, el distribuidor, las bujías y los cables de las bujías. La bobina de encendido es la encargada de transformar el bajo voltaje de la batería en alto voltaje, el cual es necesario para generar la chispa eléctrica. El distribuidor es el encargado de distribuir esta chispa a cada una de las bujías, las cuales, a su vez, queman la mezcla aire/combustible en cada uno de los cilindros del motor.
Los cables de las bujías son responsables de llevar la chispa eléctrica desde la bobina de encendido hasta las bujías. Es importante que estos cables estén en buen estado, ya que si hay algún problema, como un cortocircuito, la chispa eléctrica puede no llegar a la bujía, provocando que el motor no funcione correctamente.
Además, es importante que las bujías estén en buen estado y se cambien periódicamente, ya que son las encargadas de quemar la mezcla aire/combustible en cada uno de los cilindros del motor. Si las bujías están sucias o desgastadas, es posible que la chispa eléctrica no sea lo suficientemente fuerte para generar combustión, lo que hace que el motor pierda potencia y consuma más combustible.
Finalmente, es importante destacar que el sistema de encendido es controlado por la centralita electrónica del vehículo, la cual se encarga de enviar las órdenes necesarias para que el encendido se produzca en el momento adecuado. El centro electrónico utiliza varios sensores, como el sensor de posición del cigüeñal y el sensor de posición del tren de válvulas, para determinar el momento exacto en que se debe generar la chispa, garantizando así el mejor rendimiento y eficiencia del motor.
