La Seguridad en el Trabajo es un campo de estudio que tiene como objetivo proteger a los trabajadores en el ambiente de trabajo, buscando minimizar accidentes, enfermedades e impactos ambientales. Uno de los elementos clave en este campo es la Prevención de Riesgos Ambientales (PPRA), que es un programa legalmente obligatorio para todas las empresas que tengan empleados bajo el régimen de Consolidación de Legislaciones Laborales (CLT).
El PPRA está regulado por la Norma Reglamentaria N° 9 (NR 9), del Ministerio de Trabajo y Empleo, que establece que todos los empleadores e instituciones que contraten trabajadores como asalariados deben diseñar e implementar el programa. El principal objetivo del PPRA es prevenir la aparición de riesgos ambientales en el lugar de trabajo.
Los riesgos ambientales se clasifican en físicos, químicos y biológicos. Los riesgos físicos son generados por máquinas y condiciones físicas presentes en el lugar de trabajo que pueden causar daños a la salud del trabajador, como ruido, vibraciones, radiación, calor y frío. Los peligros químicos son sustancias que pueden entrar en contacto con el trabajador, como polvo, humos, gases, vapores y productos químicos en general. Los riesgos biológicos, por otro lado, son generados por organismos que pueden causar daños a la salud del trabajador, como bacterias, hongos, bacilos, parásitos, entre otros.
El PPRA debe desarrollarse en el lugar de trabajo con la participación de los trabajadores, con la ayuda de un profesional especializado en seguridad laboral. El programa debe incluir una serie de acciones que deben ser adoptadas por la empresa para garantizar la salud e integridad de los trabajadores. Estas acciones incluyen la anticipación, reconocimiento, evaluación y consecuente control de la ocurrencia de riesgos ambientales.
En la fase de anticipación se identifican los riesgos ambientales antes de que se conviertan en un problema, permitiendo tomar medidas preventivas para evitar que se produzcan. El reconocimiento implica identificar los peligros que ya existen en el lugar de trabajo, de dónde provienen, cómo están expuestos los trabajadores a ellos y el daño que pueden causar a la salud.
Evaluar los riesgos ambientales implica determinar la gravedad de los riesgos identificados y la probabilidad de que ocurran. Esta fase es crucial para determinar qué medidas de control deben implementarse. El control de los riesgos ambientales implica la implementación de medidas que eliminen o reduzcan la exposición de los trabajadores a los riesgos identificados.
Además, el PPRA debe integrarse con otras prácticas de seguridad y salud en el trabajo, como el Programa de Control Médico de Salud Ocupacional (PCMSO), la Comisión Interna para la Prevención de Accidentes (CIPA), entre otras. El programa debe revisarse al menos una vez al año o siempre que haya un cambio significativo en las condiciones de trabajo que pueda afectar la exposición de los trabajadores a peligros ambientales.
En resumen, la PPRA es una herramienta esencial para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores en el lugar de trabajo. Permite identificar, evaluar y controlar los riesgos ambientales, contribuyendo a la prevención de accidentes y enfermedades laborales.