La defensa personal es un elemento crucial de cualquier seguridad de propiedad. El entrenamiento en defensa personal no sólo equipa a los guardias de seguridad con habilidades para protegerse a sí mismos, sino también a los activos y a las personas bajo su protección. La función de un guardia de seguridad de propiedad es garantizar la seguridad y la tranquilidad, y la formación en defensa personal es una herramienta esencial para cumplir esta función.
En primer lugar, el entrenamiento en defensa personal genera confianza en la seguridad. Cuando un guardia de seguridad confía en sus habilidades de autodefensa, puede realizar su trabajo de manera más efectiva y eficiente. No temerá situaciones potencialmente peligrosas, pero estará preparado para afrontarlas de forma tranquila y controlada. Esto también tiene un efecto tranquilizador en las personas que protege el guardia de seguridad, ya que se sentirán más seguras al saber que están en buenas manos.
Además, el entrenamiento en defensa personal ayuda a mejorar la condición física del guardia de seguridad. La autodefensa implica una serie de movimientos físicos como patadas, puñetazos y maniobras de inmovilización. Estos movimientos requieren fuerza, agilidad, flexibilidad y resistencia, y el entrenamiento regular de defensa personal ayuda a desarrollar y mantener estas cualidades físicas. Esto significa que el guardia de seguridad podrá responder con eficacia y rapidez ante cualquier situación que pueda surgir.
La capacitación en defensa personal también enseña a los guardias de seguridad cómo evaluar y responder a situaciones peligrosas. Aprenderá a identificar situaciones potencialmente peligrosas y a tomar las medidas adecuadas para prevenir o controlar la situación. Esto podría implicar desarmar a un atacante, inmovilizar a una persona violenta o simplemente saber cuándo pedir refuerzos. Estas son habilidades vitales que pueden marcar la diferencia entre una situación que se maneja con éxito y otra que se vuelve peligrosa o incluso fatal.
Además, la autodefensa no se trata sólo de luchar físicamente contra un agresor. También se trata de saber comunicarse eficazmente en situaciones de alta presión. El entrenamiento en defensa personal enseña a los guardias de seguridad cómo usar el lenguaje corporal y la comunicación verbal para desarmar a un atacante, calmar una situación tensa o convencer a una persona para que coopere. Esto es especialmente útil en situaciones en las que el uso de la fuerza física puede ser inapropiado o contraproducente.
Por último, pero no menos importante, el entrenamiento de defensa personal le enseña al guardia de seguridad cómo protegerse a sí mismo y a los demás sin causar daños innecesarios. El objetivo de cualquier seguridad es garantizar la seguridad y la paz, no causar daños o lesiones. El entrenamiento de autodefensa enseña técnicas de contención y contención que pueden neutralizar a un atacante sin causar daños graves. Esto es importante no sólo desde un punto de vista ético, sino también desde un punto de vista legal, ya que el uso excesivo de la fuerza puede dar lugar a acciones legales contra el guardia de seguridad o la empresa para la que trabaja.
En conclusión, el entrenamiento en defensa personal es una parte esencial del entrenamiento de cualquier guardia de seguridad. Proporciona las habilidades y conocimientos necesarios para manejar una variedad de situaciones potencialmente peligrosas de manera segura, efectiva y legal. Por lo tanto, cualquier curso o libro electrónico que pretenda enseñar a las personas cómo trabajar como guardias de seguridad debe incluir un componente sustancial de capacitación en defensa personal.