El primer paso para ensamblar una computadora o computadora portátil es instalar el procesador. El procesador, también conocido como CPU (Unidad Central de Procesamiento), es el cerebro de la computadora. Es responsable de ejecutar la mayoría de las instrucciones de aplicaciones y sistemas operativos, así como de coordinar las actividades de otros componentes de hardware.
Antes de comenzar, es importante recordar que el procesador es uno de los componentes más delicados de una computadora. Por ello, es fundamental manipularlo con cuidado para evitar daños. También es importante usar una muñequera antiestática para evitar daños causados por la electricidad estática.
Para instalar el procesador, necesitará el procesador en sí, una placa base compatible y pasta térmica. La pasta térmica se utiliza para garantizar una buena conducción del calor entre el procesador y el disipador, lo cual es fundamental para el correcto funcionamiento del procesador.
El primer paso es preparar la placa base. Para esto, debes ubicar el zócalo del procesador en la placa base. El zócalo es donde se instalará el procesador. Suele ser un cuadrado con muchas clavijas pequeñas. En la mayoría de las placas base, el zócalo del procesador es fácilmente identificable ya que es más grande que los demás componentes y está ubicado en el centro de la placa.
Una vez que haya localizado el enchufe, debe abrir el mecanismo de bloqueo. Por lo general, esto implica levantar una pequeña palanca ubicada en el costado del enchufe. Al levantar la palanca, el zócalo se abrirá y podrás instalar el procesador.
El siguiente paso es preparar el procesador. Para hacer esto, primero debe identificar la orientación correcta del procesador. La mayoría de los procesadores tienen una o más esquinas marcadas para ayudarle a orientarse correctamente. Además, los procesadores suelen tener uno o más pines de orientación que corresponden a orificios en el zócalo del procesador en la placa base.
Una vez que haya identificado la orientación correcta, deberá colocar el procesador en el zócalo. Para hacer esto, sostenga el procesador por los bordes y alinee las clavijas de orientación del procesador con los orificios correspondientes en el zócalo. Luego debes bajar con cuidado el procesador en el zócalo. No es necesario aplicar fuerza; el procesador debería encajar fácilmente en el zócalo si se orienta correctamente.
Después de instalar el procesador, debe cerrar el mecanismo de bloqueo. Por lo general, esto implica bajar la palanca que levantó anteriormente. Al bajar la palanca, el procesador quedará bloqueado de forma segura en su lugar.
El siguiente paso es aplicar la pasta térmica. Para ello deberás colocar una pequeña cantidad de pasta térmica en el centro del procesador. La cantidad de pasta térmica necesaria variará, pero normalmente una cantidad de arroz del tamaño de un grano es suficiente. A continuación, debes esparcir la pasta térmica uniformemente sobre la superficie del procesador. Esto se puede hacer con un pequeño trozo de plástico o con el dedo protegido por un guante de plástico.
Después de aplicar la pasta térmica, debes instalar el disipador de calor. El disipador se encarga de disipar el calor generado por el procesador. Suele ser un bloque de metal con muchas aletas y un ventilador. Para instalar el disipador de calor, debe alinear los pernos de montaje del disipador de calor con los orificios correspondientes en la placa base y luego presionar hacia abajo firmemente hasta que los pernos de montaje encajen en su lugar.
Por último, debes conectar el ventilador del disipador a la placa base. Para esto, debes ubicar el conector del ventilador en la placa base y conectarle el cable del ventilador. El conector del ventilador suele estar claramente marcado y ubicado cerca del zócalo del procesador.
¡Felicitaciones, ha instalado exitosamente el procesador! El siguiente paso para montar el ordenador es instalar la memoria RAM.
