La gestión de las políticas de ética y cumplimiento es una de las principales responsabilidades del sector de Recursos Humanos de una empresa. La ética y el cumplimiento son dos términos que están directamente relacionados con la conducta empresarial, siendo la ética el conjunto de valores y principios que guían las acciones de la empresa y el cumplimiento el conjunto de normas y reglamentos que deben seguirse para garantizar el cumplimiento legal y la integridad empresarial.
Para que la gestión de las políticas de ética y cumplimiento sea efectiva, es importante que la empresa cuente con una cultura organizacional que valore la ética y la integridad. Esto significa que todos los empleados deben estar alineados con los valores de la empresa y comprometidos con el cumplimiento de las normas y reglamentos establecidos.
Una de las herramientas clave para garantizar el cumplimiento legal y la integridad empresarial es el código de conducta empresarial. Este documento establece los lineamientos y principios éticos que deben ser seguidos por los trabajadores de la empresa, además de definir las sanciones para quienes no cumplan con las normas establecidas.
Otra herramienta importante para administrar las políticas de ética y cumplimiento es la capacitación de los empleados. Es fundamental que todos los empleados de la empresa estén capacitados para comprender la importancia de la ética y el cumplimiento legal y sepan cómo actuar en situaciones que puedan comprometer la integridad del negocio.
Además, la empresa debe contar con un canal de denuncia para que los empleados puedan denunciar cualquier incumplimiento de las normas establecidas. Este canal debe ser confidencial y garantizar la protección de quien realiza la denuncia.
Finalmente, la gestión de las políticas de ética y cumplimiento debe ser supervisada de cerca por el sector de Recursos Humanos, que debe vigilar el cumplimiento de las normas establecidas y actuar con rapidez y eficacia en caso de violaciones. La empresa debe estar siempre al tanto de los cambios en la legislación y las mejores prácticas de conducta empresarial, actualizando sus políticas y procedimientos cuando sea necesario.