El diagnóstico y el examen físico en fisioterapia son componentes esenciales en el curso completo de Fundamentos de Fisioterapia para principiantes. En particular, el examen de las extremidades superiores e inferiores es crucial para evaluar el estado físico del paciente y planificar una intervención eficaz. Este capítulo profundizará en estas áreas.
Examen de las extremidades superiores
El examen de las extremidades superiores comienza con una evaluación visual y palpatoria. El fisioterapeuta observa la postura, la simetría, la presencia de deformidades, hinchazón, enrojecimiento u otros cambios visibles. La palpación le permite identificar áreas de sensibilidad, calor, frío, rigidez o hinchazón.
A continuación, el fisioterapeuta evalúa el rango de movimiento (ROM) de las articulaciones del hombro, el codo, la muñeca y la mano. Esto se hace pidiendo al paciente que realice diversos movimientos como flexión, extensión, abducción, aducción, rotación interna y externa. El fisioterapeuta compara los resultados con los estándares establecidos para identificar posibles limitaciones.
También se realizan pruebas de fuerza muscular para evaluar la fuerza y resistencia de los músculos de las extremidades superiores. Esto se hace pidiendo al paciente que resista un movimiento contra la resistencia aplicada por el fisioterapeuta.
El examen neurológico de las extremidades superiores implica evaluar la sensibilidad al tacto, la temperatura, el dolor y la vibración. También se prueban los reflejos para evaluar la integridad de los nervios periféricos y la médula espinal.
Examen de las Extremidades Inferiores
El examen de las extremidades inferiores sigue un proceso similar al de las extremidades superiores. Se inicia con una valoración visual y palpatoria, observando la postura, la simetría, la presencia de deformidades, hinchazón, enrojecimiento u otros cambios visibles. La palpación le permite identificar áreas de sensibilidad, calor, frío, rigidez o hinchazón.
Se evalúa el rango de movimiento (ROM) de las articulaciones de la cadera, la rodilla, el tobillo y el pie. Se pide al paciente que realice diversos movimientos como flexión, extensión, abducción, aducción, rotación interna y externa. Cualquier limitación se compara con los estándares establecidos.
Las pruebas de fuerza muscular se realizan para evaluar la fuerza y resistencia de los músculos de las extremidades inferiores. Esto se hace pidiendo al paciente que resista un movimiento contra la resistencia aplicada por el fisioterapeuta.
El examen neurológico de las extremidades inferiores implica evaluar la sensibilidad al tacto, la temperatura, el dolor y la vibración. También se prueban los reflejos para evaluar la integridad de los nervios periféricos y la médula espinal.
En resumen, el diagnóstico y la exploración física en fisioterapia son herramientas valiosas para evaluar la condición física del paciente y planificar una intervención eficaz. El examen de las extremidades superiores e inferiores es un componente crucial de este proceso. Proporciona información valiosa sobre la función articular, la fuerza muscular, la sensibilidad y la integridad neurológica. Esto permite al fisioterapeuta desarrollar un plan de tratamiento personalizado para satisfacer las necesidades específicas del paciente.
