Una cesárea con anestesia local es un procedimiento quirúrgico común para dar a luz a un bebé. Es un procedimiento que requiere atención de enfermería especializada antes, durante y después de la cirugía. En general, se prefiere la anestesia local en las cesáreas, ya que permite que la madre esté despierta y consciente durante el procedimiento, lo que brinda la oportunidad de ver y sostener a su recién nacido inmediatamente después del nacimiento.
Antes de la cesárea, la partera debe asegurarse de que la madre esté bien informada sobre el procedimiento, los riesgos y beneficios asociados y qué esperar después de la cirugía. La enfermera también debe verificar que se hayan realizado todas las pruebas preoperatorias y que los resultados estén dentro de los límites normales. Esto incluye controlar la presión arterial, la frecuencia del pulso y la saturación de oxígeno de la madre.
Además, la enfermera debe preparar a la madre para la cirugía. Esto implica afeitar el abdomen y el área púbica, insertar un catéter urinario para vaciar la vejiga y preparar la piel con un antiséptico. La enfermera también debe asegurarse de que la madre haya estado en ayunas durante al menos 8 horas antes de la cirugía para minimizar el riesgo de aspiración.
Durante una cesárea, la enfermera desempeña un papel fundamental en el seguimiento tanto de la madre como del bebé. La enfermera debe controlar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno de la madre durante todo el procedimiento. Además, la enfermera debe monitorear la frecuencia cardíaca fetal para garantizar el bienestar del bebé. La enfermera también debe asistir al anestesista en la administración del anestésico local y asegurarse de que la madre esté cómoda y sin dolor durante el procedimiento.
Después de la cesárea, la enfermera debe continuar monitoreando a la madre y al bebé por cualquier complicación. Esto incluye monitorear los signos vitales de la madre, la pérdida de sangre y el dolor y la sensibilidad en las piernas. La enfermera también debe monitorear al bebé para asegurarse de que esté respirando normalmente y que su temperatura corporal esté dentro de los límites normales. Además, la enfermera debe ayudar a la madre a comenzar a amamantar lo antes posible después de la cirugía.
La enfermera también debe proporcionar cuidados de enfermería posoperatorios, que incluyen la administración de analgésicos, ayuda con la lactancia, movilización temprana para prevenir la formación de coágulos de sangre y educación sobre el cuidado de heridas quirúrgicas. La enfermera también debe brindar apoyo emocional a la madre, ya que una cesárea puede ser una experiencia emocionalmente desafiante.
En conclusión, el cuidado de enfermería en la cesárea bajo anestesia local es un proceso multifacético que involucra la preparación para la cirugía, el seguimiento durante la cirugía y los cuidados postoperatorios. La matrona juega un papel crucial en cada etapa de este proceso, garantizando la seguridad y el bienestar de la madre y el bebé.
