El control de las cuentas por pagar y por cobrar es una de las principales funciones de un contador. Este proceso consiste en registrar todas las transacciones financieras de la empresa, tanto las que implican el pago de gastos como las que generan ingresos.
Para llevar a cabo este control de manera eficiente, es necesario contar con una buena organización y un sistema contable adecuado. El primer paso es registrar todas las cuentas por pagar, es decir, todos los gastos que tiene que pagar la empresa, como alquileres, salarios, proveedores, entre otros.
Para ello, es importante contar con un sistema de gestión financiera que permita el registro de estas cuentas y la definición de plazos para el pago. De esta forma, es posible evitar retrasos y multas por pagos atrasados.
Además, es necesario registrar todas las cuentas por cobrar, es decir, todos los ingresos que tiene que recibir la empresa, como ventas a plazos, recibo de renta, entre otros. Para ello, es necesario disponer de un sistema de gestión de ventas que permita el registro de estos ingresos y la definición de plazos de recepción.
Con esta información registrada, es posible tener un control completo de las cuentas por pagar y por cobrar de la empresa. Esto le permite al contador hacer un pronóstico de flujo de efectivo, es decir, saber cuánto efectivo tendrá disponible la empresa en cada período.
Además, el control de las cuentas por pagar y por cobrar también es importante para la toma de decisiones financieras de la empresa. Con esta información, es posible identificar qué gastos se pueden reducir o eliminar, así como qué ingresos se pueden incrementar.
Finalmente, es importante recalcar que el control de cuentas por pagar y por cobrar es una de las principales funciones del contador, pero no es la única. El contador también se encarga de otras actividades, como preparar balances y estados financieros, emitir facturas, calcular impuestos, entre otras.