Capítulo 32: Cómo afrontar situaciones de violencia
El trabajo de un guardia de seguridad implica inevitablemente la necesidad de afrontar situaciones de violencia. Estas situaciones pueden variar desde conflictos menores hasta incidentes más graves. Por ello, es fundamental que el profesional esté preparado para afrontar estos retos de forma eficaz y segura. Este capítulo pretende orientar al lector sobre cómo afrontar situaciones de violencia en el ejercicio de la seguridad patrimonial.
1. La prevención es clave
En primer lugar, es importante enfatizar que la mejor manera de lidiar con la violencia es prevenirla. La seguridad de la propiedad debe planificarse e implementarse de tal manera que se minimice la probabilidad de que ocurran situaciones violentas. Esto implica realizar evaluaciones de riesgos, implementar medidas de seguridad adecuadas y mantener un entorno seguro y controlado.
2. Entrenamiento y preparación
Los guardias de seguridad de activos deben recibir una formación adecuada para afrontar situaciones de violencia. Esto incluye formación en técnicas de defensa personal, primeros auxilios, resolución de conflictos y gestión de crisis. Además, el guardia de seguridad debe estar siempre preparado para actuar en caso de una situación violenta, manteniéndose alerta y dispuesto a actuar con rapidez.
3. Mantén la calma
En una situación violenta, es fundamental mantener la calma. El guardia de seguridad debe poder controlar sus emociones y mantener la cabeza fría, incluso en situaciones de alta tensión. Esto le permitirá tomar decisiones racionales y efectivas en lugar de actuar impulsivamente.
4. Utilizar la fuerza de forma proporcionada y adecuada
En algunos casos, puede ser necesario utilizar la fuerza para controlar una situación violenta. Sin embargo, es importante que el guardia de seguridad utilice la fuerza de forma proporcionada y adecuada. Esto significa que sólo debe utilizar la cantidad de fuerza necesaria para controlar la situación y protegerse a sí mismo y a los demás. El uso excesivo de la fuerza puede provocar lesiones graves y tener implicaciones legales.
5. Pide ayuda cuando sea necesario
En situaciones de violencia grave, puede ser necesario pedir ayuda. El personal de seguridad debe poder reconocer cuándo una situación está más allá de su capacidad de control y debe estar preparado para llamar a la policía u otros servicios de emergencia cuando sea necesario.
6. Documentar la situación
Después de un evento violento, es importante documentar lo sucedido. Esto puede incluir redactar un informe detallado, reunir pruebas y obtener declaraciones de testigos. Esta documentación puede ser útil para futuras investigaciones o procedimientos legales.
Conclusión
Lidiar con situaciones violentas es una parte desafiante del trabajo de un guardia de seguridad de propiedad. Sin embargo, con la preparación adecuada, la formación adecuada y un enfoque tranquilo y racional, es posible manejar estas situaciones de forma eficaz y segura.